Artículo: Reconoce SENASICA zonas libres de los barrenadores del aguacate en Michoacán, Jalisco, Nayarit y Guerrero


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Reconoce SENASICA zonas libres de los barrenadores del aguacate en Michoacán, Jalisco, Nayarit y Guerrero

La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural refrendó como zonas libres del barrenador grande del aguacate, barrenador pequeño del hueso del aguacate y la palomilla barrenadora del hueso a ocho municipios de los estados de Michoacán, Jalisco, Nayarit y Guerrero.

La declaratoria publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF) representa un impacto positivo para los medianos y pequeños productores de aguacate de Áporo, Senguio y Lagunillas del estado de Michoacán; Chiquilistlán y Tepatitlán de Morelos de Jalisco; Ahuacatlán e Ixtlán del Río de Nayarit, y Taxco de Alarcón de Guerrero.

El acuerdo tiene vigencia de 24 meses y posibilita a los productores de las zonas reconocidas a colocar sus frutos en mercados más competitivos, toda vez que el reconocimiento de zonas libres ha sido factor fundamental para posicionar a México como el principal productor del fruto a nivel mundial, con más de 2.3 millones de toneladas anuales.

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Costa Rica reabre su mercado al aguacate mexicano

El SENASICA recibió del Servicio Fitosanitario de Costa Rica, la hoja de requisitos fitosanitarios de importación que contiene los requerimientos que deben cumplir los exportadores de aguacate mexicanos para enviar el fruto al país centroamericano. En dicha hoja de requisitos se especifica que los aguacates deben enviarse empacados, identificados y libres de residuos vegetales, suelo, babosas y caracoles; además el envío debe ser acompañado de un Certificado Fitosanitario Internacional (CFI) expedido por la Organización Nacional de Protección Fitosanitaria mexicana que en este caso es la Dirección General de Sanidad Vegetal (DGSV) del SENASICA, en dicho CFI debe especificarse que fruto está libre de Conotrachelus aguacatae y Heilipus lauri.

 

 

Balance del nitrógeno del suelo por región y componente

El balance de nitrógeno del suelo representa la diferencia entre las cantidades de nitrógeno sintético y orgánico añadido y extraído del suelo por la producción de cultivos y ganado. Un exceso de nutrientes puede generar riesgos ambientales (por ejemplo, a través de productos adicionales, como volatilización, lixiviación y escorrentía), mientras que los niveles insuficientes de nutrientes limitan los rendimientos.