Independientemente del sistema de riego utilizado, en fertirrigación los nutrimentos siempre se aplican diluidos en el agua, favoreciendo así, la absorción de estos por la raíz. En este sentido, el conocimiento del comportamiento de los nutrimentos en el sustrato con relación a su movilidad y requerimientos del cultivo durante su ciclo productivo, son factores esenciales para un manejo óptimo de los fertilizantes. El principio básico de la fertirrigación es mantener equilibradas las relaciones iónicas en el sistema acuoso, es decir, un balance catiónico/aniónico ideal para el desarrollo del cultivo.