Imagen: Suelo afectado por sales del agua de riego.
Las aguas utilizadas en el riego
contienen diversos tipos de sales en
concentraciones variables que
determinan su calidad. La mayoría de
las aguas de riego contienen
bicarbonatos disueltos y bases
intercambiables que pueden
incrementan la alcalinidad de los
suelos, limitando la producción de
algunos frutales y plantas por la
elevación excesiva del pH del medio.
Por lo tanto, el agua de riego puede crear o corregir suelos salinos o alcalinos. La magnitud del
efecto de las aguas de riego depende del contenido de los bicarbonatos, cantidad de agua aplicada,
capacidad buffer del suelo y tolerancia del cultivo.