Imagen: La sodicidad se expresa como la concentracion relativa de sodio comparada con el calcio y magnesio y existen dos formas de representarla
La mayoría de las aguas de riego contienen bases intercambiables que pueden incrementar la
alcalinidad de los suelos. En este sentido, el sodio (Na) provoca la separación de los coloides del
suelo cuando interacciona y desplaza los cationes divalentes presentes (Ca+2 y Mg+2), reduciendo así,
el acceso y flujo de agua y oxígeno en el perfil del suelo. La aplicación de aguas con elevadas
concentraciones de sodio al suelo disminuyen la fertilidad del mismo debido a la reducción de la
aireación, aumento del pH y baja disponibilidad de hierro (Fe) y cinc (Zn) (Castellanos y Ojodeagua,
2011).