El jitomate (Solanum lycopersicum) es una de las
principales hortalizas cultivadas bajo condiciones
protegidas a nivel mundial (Figura 1). En 2016,
México produjo un total de 3 millones 349 mil
154 de toneladas de jitomate (riego + temporal),
colocándolo como el principal proveedor de
jitomate de Estados Unidos, a quien abasteció con
el 89.6% del volumen total de su importación de
esta hortaliza (SAGARPA, 2018). Debido al
aumento continuo en la producción de jitomate,
el manejo de ésta hortaliza es de vital
importancia. Sin embargo, la rentabilidad del
cultico ha sido gravemente amenazada por
diversos factores, entre los que resaltan, los
factores fitosanitarios. Por lo tanto, es primordial
conocer los factores que afectan el potencial
productivo de este cultivo, para evitar la
disminución de rendimientos y, por ende, las
ganancias de los agricultores.