La fresa es un cultivo altamente susceptible al
ataque de patógenos, por lo cual, uno de los
principales retos en el desarrollo del cultivo e
incluso en la poscosecha de la fruta, es el manejo
de las enfermedades que, en su gran mayoría, son
de carácter fungoso (Cano, 2013) como es el caso
del hongo Botrytis cinerea conocido como
“Podredumbre gris” de la fresa.